Valores Demócratas Cristianos

Valores:

El humanismo cristiano en la historia va construyendo principios y orientaciones donde la persona y la sociedad deben cada día responder a nuevos desafíos.

Creer en el desarrollo pleno del ser humano, supone crear los espacios de socialización que lo constituyen, como son las comunidades tales como la familia, las iglesias o la escuela.

Por ello creemos que las familias son la más pequeña de las células sociales. Es la comunidad principal de las comunidades y como tal es una institución fundamental para la vida en sociedad y aspira finalmente al desarrollo de una comunidad de hombres libres.

Es aquí donde se representa el fundamento de las comunidades, donde el amor como valor se representa y expresa en la sociedad como solidaridad.

La solidaridad como principio de las comunidades son el fundamento de la justicia, pues no se es indiferente ante la suerte de las otras personas.

Los éxitos y fracasos de los demás nos benefician o afectan ineludiblemente.

En la adversidad, el otro es un hermano que debe ser acompañado o auxiliado por nuestra comunidad de origen y destino.

Junto al anterior principio se encuentra el principio de la subsidiariedad, que entiende que la sociedad civil organizada tiene ámbitos de libertad y de responsabilidad que le son propios y que no pueden ser suplantados por el estado. 

Lo que pueden hacer las personas y las comunidades intermedias no es justo que sea absorbido por el estado, ya que toda acción de la sociedad debe prestar ayuda a los miembros de la sociedad, pero no destruirlos ni absorberlos.

De esta manera, esta comunidad de hombres libres basada en la persona humana, se va construyendo en una trilogía básica de amor, justicia y libertad, que funcionan interrelacionados ya que sin una no existen las otras.

Al ser las personas iguales en dignidad y derechos, todos tenemos derecho a pensar en la mejor manera de ordenar nuestras relaciones en sociedad, con base en nuestras creencias particulares, con la sola limitación de respetar el mismo derecho que es reconocido a nosotros.

Esto que es el pluralismo reconoce la legítima diversidad entre todos los hombres y mujeres, diversidad de sexos, de ideas, de razas, de creencias, opiniones, e ideologías, condición social, educación y trabajo.

En la Democracia Cristiana se valora y vive el pluralismo, pues en ella coexisten creyentes y no creyentes, católicos y evangélicos, todos son un aporte y por ello nadie debe ser excluido.

De esta manera hemos construido desde el principio de la equidad y la igualdad de oportunidades una sólida y realista visión de la economía, donde confluyen la comunidad, el mercado y el estado como una trilogía interdependiente la una de las otras.

Esta visión se denomina "economía social de mercado", donde deben existir los equilibrios macroeconómicos, los países no pueden gastar más de lo que tienen, existe el respeto de la propiedad privada, el principio de solidaridad y se aplica el principio de subsidiariedad.

Asimismo se constituye la libertad económica, donde se entiende el mercado como el mejor asignador de recursos.

Con el respeto a los derechos de los trabajadores, la igualdad de oportunidades para todos, estabilidad institucional y eficiencia del aparato estatal.

Con estos valores, la Democracia Cristiana ha formado una sólida base que le permite adaptarse a los nuevos desafíos que va enfrentando con el desarrollo de la humanidad.