LOS
ACONTECIMIENTOS DEL 13 DE NOVIEMBRE
Al expresar el Partido
Demócrata Cristiano con fecha 24 de septiembre del corriente año, su regocijo
con motivo del Movimiento de Liberación e indicarlas direcciones fundamentales
que el Gobierno Provisional debía tener en cuenta en sus actos, señaló los
riesgos que acechaban a la Revolución en su tarea de restablecimiento de la democracia
en la República. Hizo presente que uno de los mayores peligros era el
nacionalismo “aún aquel que hoy se disfraza de democrático, que so pretexto de
amor a la Patria y a la Religión las desvirtúa en su esencia humanista y
universal y que ya en dos oportunidades, las anteriores revoluciones argentinas
de este siglo, impidiera con su acto de apropiación, el restablecimiento de la
libertad y de la democracia y el logro de la justicia social”.
En oportunidad de constituirse
la Junta Consultiva, con fecha 11 del corriente mes, el Partido Demócrata
Cristiano en comunicado público, hizo saber su anuencia para que hombres
representativos del pensamiento partidario concurrieran a esa junta a fin de
cooperar en el cumplimiento del plan precisado por el señor ministro del
Interior, doctor Eduardo Busso: Consolidación del Gobierno Revolucionario,
saneamiento de la administración, colocación del país en condiciones
electorales y reconstrucción de los poderes del gobierno sobre bases constitucionales
y democráticas. En dicho documento se establecía que la referida Junta era
exclusivamente de consulta y no un Parlamento o Consejo de Estado y que sus
integrantes no representaban ni comprometían a los partidos políticos. Se
expresaba, asimismo, que los Demócrata Cristianos allí presentes en número de
dos, no compartían su concepción ideológica con hombres de otros grupos o
movimientos y que se brindaba el apoyo, a más de los otros objetivos, a efectos
de contribuir a enervar la acción de las tendencias absolutistas, cuyos
peligros y amenazas ya habían sido denunciados; se reiteraba la preocupación
ante la rápida reconstrucción de las tendencias nacionalistas que, luego de
perturbar durante un cuarto de siglo el encauzamiento democrático del país,
podían abrir de nuevo el camino del despotismo y la tiranía.
El Partido Demócrata
Cristiano, consciente de la inconveniencia de pactos interpartidarios y crítico
implacable de quienes buscan las ventajas de cobijarse bajo lemas más
prestigiados que los suyos, confundiendo a la opinión pública para abusar de
ella en su provecho, estima indispensable salir al cruce de interesados
equívocos y por ello hace constar:
1)
Habiéndose cumplido las temidas predicciones de
una tentativa de golpe de estado de tendencia totalitaria, la Junta Nacional
del Partido Demócrata Cristiano aplaude y se solidariza con la actitud
renunciante asumida en la Junta consultiva por los doctores Manuel V. Ordóñez y
Rodolfo Martínez, hijo.
2) Las personas que en la reunión de la Junta
Consultiva del día de ayer estuvieron en disidencia con todos los hombres
democráticos que declinaron sus cargos, no tienen relación alguna, ni en los
principios ni en la estructura, con el Partido y pertenecen a corrientes
nacionalistas que intentaron ese golpe de estado y que siempre fueron hostiles
a las leyes fundamentales del país y a los ideales de la Democracia Cristiana.
3)
La necesidad de que todos los argentinos
mantengan su actitud vigilante y exigente para la defensa de los ideales
democráticos y de justicia social, por los cuales luchó y seguirá luchando el
pueblo y el Partido Demócrata Cristiano.
Buenos Aires, noviembre 13 de 1955.
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